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Llegué aquí una fría madrugada de diciembre. Los primeros libros que llegaron a mis manos me mostraron la magia de la imaginación y la belleza de las palabras. Más tarde, despertaron en mí la necesidad de plasmar éstas en nuevos relatos. La música me enseñó otra forma de ver la vida y, aunque no sé cantar, disfruto mis ratos libres escuchándola. Estas tres pasiones y disfrutar con la gente que me quiere son los pequeños placeres de mi vida. Me gusta fijarme en los pequeños detalles, ya que son los que le dan un toque personal a las cosas, e intento introducirlos en todo lo que hago, incluidos los relatos. Me gusta andar aunque no sepa a dónde voy o vaya sin rumbo fijo, creo que perderse es una buena forma de conocer otros lugares. Disfruto nadando, aunque no tenga el suficiente tiempo para ello, ni la playa muy cerca. Me considero una persona sencilla, no necesito gran cosa para ser feliz. Me gusta hacer las cosas de manera original, pero no destacar. Y estoy aquí porque necesito sacar las pequeñas ideas que pasan por mi cabeza.

viernes, 8 de marzo de 2019

8 M: Mujeres

Las agresiones sexuales con penetración cometidas en España aumentaron un 22,7% durante 2018: llegando a las 1.702 violaciones el año pasado, superando las del año 2017 (1.387). Aumentaron, también, otros delitos de naturaleza sexual, llegando a los 12.109. Según las estadísticas se denuncia una violación cada cinco horas en España, y sin embargo, se cree que no todas las violaciones son denunciadas, es decir, que podrían producirse más. A pesar del aumento de estas denuncias, la cifra no deja de crecer, y no es algo que acobarde o haga reflexionar a los hombres. En lo que llevamos del año 2019 (apenas tres meses) han habido 5 violaciones y 4 agresiones sexuales.

Está claro que las violaciones y abusos sexuales son una de las lacras y formas de violencia que se ejercen hoy día sobre las mujeres del s.XXI, y digo "formas de violencia" porque, por desgracia, hay muchos más actos y situaciones en los que aflora la discriminación y desigualdad contra la mujer del siglo XXI en países desarrollados, como España. Según datos del INE de julio de 2018, en España
hay 23.818.952 mujeres y 22.914.086 hombres, ¿cómo puede ser que habiendo tanta gente, tanta diferencia y siendo mayoría, las mujeres aún sigamos sufriendo desigualdad?¿Qué está fallando para que haya asesinatos machistas, desigualdad salarial, violaciones a mujeres,...?¿Qué estamos haciendo mal para que estas cosas, a pesar de que cada vez se denuncien más, sigan ocurriendo? Las violaciones aumentan y nadie hace nada por evitarlo, de hecho prefieren culpabilizar a la víctima (las que sobreviven y se atreven a contarlo) antes que preguntarle al violador por qué lo ha hecho. Es más, prefieren decirnos a nosotras que vayamos con cuidado y/o denunciemos estos actos, antes que meterles a ellos en la cabeza que no deben dar lugar a esto. Son ellos los que no deben tocarnos sin nuestro consentimiento, sois vosotros los que tenéis que respetarnos a nosotras y dejar de violarnos y matarnos. No tenemos que reñirle a la víctima, tenemos que concienciar al violador (o posible violador) de que NO debe VIOLAR a las mujeres u obligarlas a hacer algo que no quieran. Además, no puede ser que estemos animando a las víctimas a denunciarlo, y en cuanto alguna denuncia nos la comamos o directamente cuestionemos su testimonio, ropa, actitud,... Como si intentaramos justificar la agresión. Cuando denuncia una menor todos lo tenemos muy claro, pero cuando denuncia alguna adulta en vez de apoyarla intentamos "comprender" al violador, porque oye, a lo mejor ella se le insinuó y con una sola mirada lo quiso seducir, cuando ni siquiera lo estaba mirando a él (nótese mi ironía). Y ya que "le miró" o "le provocó para que la violara" igual también lo hizo para que le pegase ¿no? En España 11 mujeres han sido asesinadas, siete de ellas por sus propias parejas, en lo que llevamos de año (apenas tres meses). Las víctimas tenían entre 17-95 años. 

Sin embargo, desde que hay cifras oficiales (2003), se han producido 982 asesinatos de carácter machista. Y aunque actualmente hay medios y formas para denunciar este tipo de maltrato, pocas son las que interponen una denuncia, y de las que lo hacen, algunas acaban quitándola, antes de que llegue a algo. Algo estaremos haciendo mal para que, de las pocas que se atreven a contarlo, algunas acaben retirando la denuncia ¿no? Solo el año pasado 40.718 mujeres fueron víctimas de violencia de género. Se solicitaron 10.257 órdenes de alejamiento, de las cuales se concedieron 6.966, y hubo 4.378 medidas de protección para mujeres y menores de edad.

Otro gran problema al que se enfrenta el género femenino es la brecha salarial que existe en nuestro país, que se sitúa en torno al 23% , tasa que aumenta en la jubilación (según la U.E.). Este porcentaje se aplica también a la diferencia de complementos salariales a ambos sexos. La ONU asegura que si las mujeres pudieran participar en la economía en  igualdad con los hombres, el PIB mundial aumentaría un 26%. Reconoce que las mujeres trabajan con peores condiciones laborales (a tiempo parcial, con contratos temporales, en actividades peor remuneradas,...), la tasa de paro es más elevada y están más tiempo fuera del mercado laboral ya que los embarazos las apartan temporalmente del trabajo productivo.

Muy ligado a esto se encuentran los roles de género, ya que ellas ocupan más trabajos relacionados con el cuidado y la relaciones personales, y ellos los puestos técnicos y altos cargos de las empresas. Los roles de género son las actitudes, gestos, aficiones, intereses,...que asignamos a cada género, es decir, a chicas y chicos. Además es algo que los niños y niñas empiezan a interiorizar muy pronto ya que, desde pequeños y pequeñas, con nuestras actitudes hacia ambos sexos y hacia el mundo, se dan cuenta de que no esperamos lo mismo de un niño que de una niña, y esto es así. 
Mientras que el niño es un campeón que se mancha "porque es un niño", la niña se mancha "porque es una descuidada", cuando al niño le regalamos un balón y no dejamos que juegue con muñecas porque "eso es de niñas" le estamos diciendo que el cuidado de los hijos es exclusivamente responsabilidad de la mujer, y a la niña que las mujeres no pueden realizar deportes profesionalmente. Cuando solo le regalamos la cocinita a la niña, le estamos diciendo que la cocina (y el resto de tareas domésticas) es cosa de mujeres, cuando le regalamos el coche solo al niño le estamos diciendo que solo los hombres pueden conducir profesionalmente. Les decimos que son iguales pero no esperamos lo mismo ni les damos las mismas oportunidades en cuanto a juegos y actitudes, y eso, aunque parezca una tontería, es la base de todo. Si un niño (chico) no puede jugar con muñecas, ¿por qué iba un padre (chico) a cambiar los pañales de su bebé? Si una niña (chica) no puede jugar con un balón, ¿cómo vamos a conseguir que un estadio respete a una árbitra (chica) y no se repita lo que pasó en el partido entre el San Cristóbal y el Llagostera el pasado 1 de noviembre? O que el fútbol femenino (o cualquier otro deporte femenino) tenga la misma proyección y visibilidad que el masculino. 

Si cuando tenemos un menor o una persona mayor dependiente y no podemos atenderle, buscamos siempre una niñera o una mujer (chica) que le cuide y/o se ocupe de ayudarle con las tareas domésticas, ¿cómo vamos a esperar que los hombres de hoy, del mañana, se ocupen también de nuestros mayores y de sus propios hijos/as? Tenemos que dejar de ver a la mujer como cuidadora o única cuidadora, y hacer que los padres, hijos, nietos, parejas, compañeros,...Empiecen a compartir tareas y responsabilidades, empiecen a ser realmente nuestros compañeros y a "colaborar" en vez de "ayudarnos", porque cuando colaboras haces algo que también es responsabilidad tuya, es tu obligación, pero cuando ayudas estás aliviando a alguien con una tarea que ni te va ni te viene. Hay que empezar a cambiar ese concepto. Mamá, por ejemplo, hace las tareas de casa y papá la ayuda, NO, en realidad no. Mamá y papá colaboran en las tareas de la casa, porque mamá y papá viven en la misma casa. Eso es lo que tenemos que ver y lo que tenemos que enseñar a las niñas y niños de hoy. Los roles de género se pueden cambiar, los roles de género se han de cambiar, para que el día de mañana ambos sexos tengamos los mismos derechos y oportunidades. Y para cambiar esto se debe cambiar, sobre todo, el lenguaje. Porque no podemos ser iguales cuando "puto y puta" no significa lo mismo, cuando "zorro y zorra" no son el mismo animal, cuando el que se acuesta con diez chicas en un año es "el puto amo" y la que se acuesta con diez chicos es solo "la puta". No podemos ser iguales cuando yo tengo que llamar a mi amiga a las 2 de la mañana al volver de fiesta a mi casa para que sepa que sigo viva y no me han violado, y tu puedes salir cuándo y por dónde quieras sin peligro/miedo de que te violen por ser hombre. No podemos ser iguales cuando al realizar ciertos actos o tomar X decisiones (como no querer tener hijos, no depilarnos, ir solos por la calle de noche, vestir con una ropa u otra, tomar alcohol,...) culpabilizan o están mal vistos cuando los hace una mujer, y nadie los juzga si los hace un hombre.

La igualdad real tiene que empezar YA, en casa y desde que somos niñas y niños. Tiene que empezar dejando que ambos jueguen con lo que quieran, compartan las mismas tareas en casa, los (nos) concienciemos de que cada uno/a es responsable de sus actos, que un mismo acto tiene las mismas consecuencias tanto para un hombre como para una mujer, que debe respetar a los demás (sus decisiones, sus cuerpos, sus gustos), y les (nos) permitamos ser lo que quieran (queramos).