Seguro que has leído el título de esta entrada cantando. Es una frase muy conocida pero hoy no vengo a hablaros de esta canción sino del problema que hay entre los adolescentes y el alcohol. El problema que aparece cuando son estas personas, los adolescentes, los que se "pasan la botella".
El alcohol es una sustancia compuesta por: carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O) que deriva de los hidrocarburos y lleva en su molécula uno o varios hidróxidos (OH). Su composición química es CH3CH2OH. Se produce mediante una fermentación de azúcar y levadura. Durante ésta el almidón y el azúcar se convierten en dióxido de carbono y alcohol etílico, la base de toda bebida alcohólica, por ejemplo del vino (con un 13%) o la cerveza (con un 5%). En los licores el porcentaje es más elevado, asciende hasta al 50%.
El etanol o alcohol etílico (el usado en bebidas alcohólicas) es un líquido incoloro, inflamable y volátil. Tiene su punto de ebullición a los 78ºC. Además es miscible con el agua en cualquier proporción.
Ahora que ya sabemos qué es el alcohol vamos a ver las estadísticas sobre los menores que lo consumen. El consumo de alcohol se suele iniciar a los 13 años, en el tiempo libre de estos adolescentes y en las relaciones sociales entre ellos. De hecho el 75,1 % de los adolescentes de entre 14 y 18 años han consumido alcohol y algunos de ellos se han emborrachado en el último mes.
Las chicas lo hacen con más frecuencia pero son ellos los que antes se emborrachan. Por otra parte, éstos no consideran que consumir alcohol los fines de semana sea un problema para su salud. Cosa que está comprobada científicamente ya que produce efectos negativos en su salud física, psíquica y social e influye en su desarrollo (que se da al mismo tiempo que están consumiendo), y hace, a su vez, que sean más propensos a depender de esta sustancia en un futuro.
Los jóvenes aseguran que es fácil compra alcohol en los comercios chinos, reconocen que ni siquiera les piden el DNI, aunque los comerciantes lo niegan, ya que saben que esto es ilegal. Aunque esta información la apoya una encuesta realizada a los propios adolescentes que señala que el 61,80% compran alcohol en los supermercados y un 57,7% consumen alcohol en bares o pubs, pese a que su venta a menores está prohibida. El precio de las copas consumidas en establecimientos oscilan entre 4-5 euros, y los chupitos, 1 euro. Las botellas, por el contrario, son más caras. En los comercios chinos los precios rondan los 12 euros y en los supermercados oscilan entre 2- 4 euros los licores y entre 4 -70 euros las botellas.
Los adolescentes aún no han llegado a la madurez psicológica y esta sustancia hace que les sea más difícil manejar ciertas sensaciones, disminuye la atención, la capacidad y tiempo de reacción, y dificulta la toma de decisiones. Además puede provocar actitudes violentas y agresivas en los menores que dificulten las relaciones sociales, la concentración para estudiar, que puedan poner en riesgo las habilidades para manejar vehículos, incluso puede llevar a dichos menores a mantener relaciones sexuales sin protección, propiciando así la contracción de ETS y la concepción de embarazos no deseados.
Otro de los efectos del alcohol en menores consiste en provocar una gran alegría y satisfacción al principio para después provocar una visión borrosa y dificultades en cuanto a coordinación, ya que las células no lo pueden detener y esto hace que se expanda por toda la sangre. Esto suele llevar a la pérdida de consciencia, y, si el consumo es mayor, podría provocar la muerte por medio de un paro cardiorrespiratorio o la asfixia, por el vómito. Estos efectos no son inmediatos sino que tardan entre treinta y noventa minutos en aparecer, durante este tiempo el azúcar en sangre se reduce y eso provoca debilidad en el organismo.
Para evitar todo esto, para evitar que más menores ( o mayores de edad) sufran estas consecuencias es necesario prevenir a la población y dar la información sobre este tema a tiempo, es decir, antes de que los menores intenten descubrir por sí mismos los propios efectos de esta sustancia. Y para ello esto debería dejar de ser un tema tabú. No quiero decir que lo convirtamos en un tema de sobremesa para el día que se junte la familia pero sí que no se evite y se trate con naturalidad.
Las estadísticas que se recogen en esta entrada han sido sacadas de las siguientes fuentes:
- https://politica.elpais.com/politica/2018/02/07/actualidad/1518009944_856749.html
- https://www.msssi.gob.es/campannas/campannas11/alcoholenmenoresnoesnormal/sabias.html
- https://www.abc.es/espana/madrid/abci-donde-compran-alcohol-menores-20161110020_noticia.html
- https://cadenaser.com/ser/2014/03/05/sociedad/1393989209-850215.html
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