Treinta y uno de mayo. Ocho de la mañana. Pantalones vaqueros, camisetas, camisas, chaquetones, chaquetas, bufandas, guantes, pañuelos, ropa interior, zapatos, zapatillas, faldas, vestidos, libros, apuntes, estuche,...todo a la maleta.
Recoge su neceser: cepillo de dientes, pasta de dientes, cepillo, peine, colonia, cremas, gel, champú, acondicionador, gomina, espuma, plancha, secador, pinturas.
Había terminado cuarto de enfermería y nutrición, y finalizaba el contrato de alquiler. Debía buscar otro sitio donde ir. Lo dejó todo en la entrada y sacó un mapa.
"Empezar de nuevo, sí...pero ¿dónde? ", se preguntaba. "¿Seguir en España?","¿salir fuera?".
Había estado cuatro años en Huelva, estudiando. ¿Dónde iría ahora? El contrato de prácticas se había acabado, y no le habían renovado. Mientras miraba el mapa se oyeron unas llaves.
Zoe entró por la puerta y la vio sentada en el comedor frente a un mapa.
- Creía que te ibas a quedar un poco más- le dijo- , no sabía que te ibas hoy.
- Mañana es día uno. -Le recordó Tris.
Si se quedaba tendría que pagar un mes más de alquiler, un mes que no se iba a quedar.
- ¿Sabes ya a dónde?
- No.-Le respondió Tris negando con la cabeza.-Fuera de España pero no sé a dónde.
- Pero te despedirás de Lía y Nahir, ¿no?
- Sí, claro - le respondió Tris.- Solo estoy pensando. Quiero tenerlo todo atado antes de irme.
- ¿Seguro que quieres salir del país?
- Sí. - Le respondió. -Zoe aquí no hay trabajo y sabes que vosotras sois lo único que tengo.
- Ya pero...tanto como para irte a otro país...¿Cuándo tienes pensado irte?
- Mañana por la mañana.
- ¿Cuál te gusta?-Le preguntó refiriéndose al país.
- Pues...En Alemania está saliendo trabajo pero...No sé. Creo que me iré a Italia.
- ¿Vas por mar?
- Sí, -le respondió- llegaré antes por mar.
Esta noche me despediré de Lía y de Nahir.
Zoe y Tris empezaron a hacer la comida y enseguida llegaron Lía y Nahir.
- Hola.- Dijo Lía entrando por la puerta.
- Hola.-Respondió Zoe.
- Estamos en la cocina.-Añadió Tris.
- Qué bien huele,- dijo Nahir.- ¿Qué es?
- Migas con huevos fritos y longaniza.-Respondió Tris.
- Qué bien cocinas.-Le dijo poniendo la mesa.
- Pues pronto tendremos que buscar otra cocinera, ¿no Tris?- Dijo Zoe.
- ¿A qué te refieres?- Preguntó Nahir mientras se sentaban a comer.
- Me voy mañana, a Italia. - Le respondió Tris.
- ¿Cómo que te vas? - Le preguntó Lía.
- He acabado de estudiar y no tengo trabajo así que...-Le respondió. - Voy a probar suerte fuera de España, en Italia.
- Jo Tris, te vamos a echar de menos.- Dijo Nahir.
- Y yo a vosotras.
Tris salió al día siguiente y cogió el avión de las ocho. Llegó allí a las diez de la mañana. Encontró un piso de alquiler que compartía con dos italianas y una española: Nicky, Micaela y Sandra.
- ¿Cómo te llamas?-Le preguntó Nicky.
- Tris, ¿y vosotras?
- Yo soy Nicky y ellas son Micaela y Sandra.
- ¿Cuántos años tienes?-Le preguntó Sandra.
- Veintiuno.
Tris se instaló y empezó a buscar trabajo.
Encontró uno de camarera en un bar.
- Éstas son tus compañeras - le dijo Biagio, su jefe.- Gina, Bianca, Anabella y Chiara.
- Encantada.
- Pasa a la cocina conmigo y te doy el uniforme- le dijo Biagio.
Tris fue con él y Biagio le dio unos pantalones negros desde las caderas hasta mitad del culo y un chaleco rosa, que solo le cubría el pecho, de tirantes anchos con una cremallera negra en medio con escote.
Tris fue al aseo, se lo puso y salió.
- Biagio - le dijo Tris tímidamente- creo que me está... un poco pequeño.
Biagio la miró.
- Yo creo que te queda bastante bien.-Le dijo mirándola de arriba a abajo.- A ver, date la vuelta.
Tris le hizo caso. Biagio la miró de nuevo de arriba a abajo deteniéndose en su culo.
- Te queda muy bien.
Tris no rechistó más y empezó a trabajar.
Fue acostumbrándose a su nueva vida y a sus compañeros de trabajo y de piso, conforme pasaban los meses. Fue aprendiendo el oficio y conociendo como eran sus compañeras y su jefe.
- Gina...Biagio es un poco...- No sabía cómo empezar.
- Es así con todas, - le explicó Gina entendiendo a lo que se refería.- Lo único bueno que tiene es que paga bien. Pero sí, se pasa un poco. A mí me ha tocado el culo varias veces, y a Bianca, Anabella y Chiara también. Con discreción pero...
- Entiendo. - Le respondió. - ¿Alguna vez os ha pedido...?
- No.- Le respondió negando con la cabeza.-El no es así, solo le gusta...mirar ,y... tocar... de vez en cuando.
- Entiendo.
Tris hablaba a diario con su familia y con Zoe, Lía y Nahir por Skype.
- ¿Qué tal por Italia? -Le preguntó Nahir.
- Bien.
- ¿Has encontrado trabajo? - Le preguntó Lía.
- Sí- le contestó tímidamente.
- ¿Sí? - Repitió Zoe con el mismo tono.
- Bueno...Estoy de camarera y mi jefe, Biagio...es un poco...
- ¿Un poco...?
- Mis compañeras me han dicho que le gusta mirar... y tocar, de vez en cuando.
- Lleva cuidado Tris - le aconsejó Nahir.
- Sí, tranquilas.
- ¿No has encontrado nada más? - Le preguntó Lía. - Quiero decir, eres enfermera y nutricionista ¿no has encontrado nada de eso?
- No.- Le respondió. - Pero bueno, al menos tengo trabajo.
- Sí, eso sí. -Le dijo Zoe.
- Y vosotras ¿qué tal? -les preguntó- , ¿habéis encontrado algo?
- Sí, yo estoy en una tienda de ropa.- Le respondió Nahir.
- Yo de camarera en un pub- Le respondió Zoe.
- Y yo de cajera en el Eroski - Respondió Lía.
- Qué bien, ¿no?
- La verdad es que sí. - Le dijo Nahir.
- Oye, no decirle nada a mi madre ¿vale? - Les pidió. - Le voy a decir que estoy de camarera pero no le voy a contar lo de mi jefe. No quiero que se preocupe.
- No, tranquila. - Le dijo Zoe.
- Nosotras no vamos a contar nada.- Añadió Lía.
Tris fue a trabajar al día siguiente. Entró a la cocina a ponerse el uniforme, no le gustaba ir así por la calle.
- Buenos días Biagio. - Le dijo al verlo.
- Buenos días.
Tris se alejó hacia la barra mientras Biagio le miraba el culo. Gina, Bianca, Anabella y Chiara llegaron unos minutos después. Anabella entró a la cocina, Bianca fue a la barra con Biagio; y Gina, Chiara y Tris se encargaron de las mesas.
- Pobre Bianca.- Le dijo Gina a Tris cuando se alejaron.
- ¿Por?
-Venga Tris, es tu segundo día pero seguro que ya lo has calado.- Le respondió refiriéndose a Biagio. - Mira, Anabella siempre está en la cocina porque es la que mejor cocina; en la barra siempre hay dos: Biagio, porque está la caja, y una de nosotras, para ayudarlo a servir. Y las otras tres salimos a las mesas.- Le explicó.
- Lo veo lógico.
- Ya...pero es que, Biagio toca los vasos, los grifos para poner las cañas, y también le gusta tocar otras cosas...- le explicó- ya me entiendes.
- Entonces Anabella tiene suerte.- Le dijo.-Porque siempre está en la cocina, ¿no?
-Sí y no -le dijo.-Siempre está en la cocina pero cuando hace falta algo en la barra es Biagio el que va a por él al almacén, -le explicó,- y para llegar al almacén, tiene que pasar por la cocina.
- Y ¿qué pasa con las que salen a servir?
- Cuando salen, nada; pero la barra va rotando.- Le dijo.- Nos toca una semana a cada una. Esta semana está Bianca, la semana que viene seguro que me toca a mí, dentro de dos semanas le tocará a Chiara y a la siguiente te tocará a ti.
- ¿Cuánto tiempo llevas tu trabajando?
- Dos años y medio.-Le respondió Gina.
- ¿Y lleva dos años y medio tocándote?
Gina asintió con la cabeza.
- No encuentro nada más. -Le respondió.
La primera semana pasó rápida, igual que la segunda y la tercera . Llegó la cuarta y Tris tenía que entrar a la barra. Llegó cinco minutos antes, como siempre. Entró por el almacén y se cambió en el aseo. Cruzó la cocina y entró a la barra donde estaba Biagio. Al entrar, Biagio le tocó en culo.
- Qué ganas tenía de que entraras a la barra. -Le susurró él.
Tris se estremeció mientras él le tocaba el culo. Ella intentó disimular como si no le molestara para no alarmar a los clientes.
El bar comenzó a vaciarse entre las tres y media y las cuatro. Anabella terminó su turno y se fue. Chiara, Bianca y Gina se fueron también.
- Chiara, Bianca y Gina volverán a las ocho y Anabella a las nueve.- Le dijo Biagio a Tris. - Tenemos cuatro horas los dos solos. - Le dijo acercándose más a ella.
Tris se asustó un poco. Biagio se acercó más a ella y empezó a tocarle el culo.
- Biagio.- Le dijo ella intentando apartarse.
- Eres una chica joven y guapa - le dijo Biagio sin parar de tocarla.- Sé que viniste de España sólo por trabajo, y ahora que has encontrado uno, ¿lo vas a perder por una tontería? - Le preguntó mientras le tocaba el culo.
- No.- Le respondió ella.
- ¿Entonces? - Le preguntó. - ¿Tienes algún problema con que te toque el culo?
- No.
- Pues ya está.-Le dijo tocándoselo otra vez.- Los dos estamos a gusto en el trabajo, ¿verdad?
-Sí. - Le respondió ella. - Voy a descargar el lavavajillas.
-Tris - la detuvo él.
- ¿Sí?
- No te pongas sujetador con el uniforme.- Le pidió. - Y procura ponerte tangas en vez de braguitas, para que no se te marquen, digo.
Tris se sintió intimidada, pero asintió delante de Biagio, y se fue al lavavajillas. Empezaron a llegar clientes a partir de las cinco y Tris salió a atenderlos mientras Biagio se ocupaba de la barra.
Al acabar la jornada, Tris fue al aseo a cambiarse. Biagio se acercó a ella justo antes de entrar y le tocó el culo.
- Tris, tenemos que hablar un momento.- Le dijo.
- Sí, dígame.
- Creo que no has entendido bien las condiciones del contrato.-Le dijo acercándose a ella y tocándole el culo.
Tris intentó apartarlo.
- Tris, si quieres trabajar aquí lo primero que tienes que hacer es tenerme contento.-Le dijo tocándole el culo.- ¿Me entiendes? - Le preguntó mientras le tocaba un pecho.
Tris asintió con la cabeza.
- Lo segundo es ser eficiente, tienes que moverte rápido - le dijo, - y para ir rápido tienes que ir ligera, sin peso. No vas a ir desnuda pero si puedes quitarte ropa...como el sujetador.- Le dijo bajándole un tirante, y empezó a reírse. - Eres joven, no te hace falta el sujetador, no se te van a caer. Venga, prueba.-Le pidió.
Tris se quitó el sujetador sin que se le viera nada.
- ¿Ves como no es tan difícil?-Le preguntó tocándole el culo. - Solo tienes que ponerte un tanguita y no ponerte sujetador. -Volvió a mirarla.-Sin sujetador se te queda más bonito el escote. Ya puedes irte, pero quiero verte así mañana.
Tris asintió de nuevo, se cambió y se fue.
Llegó a casa un poco más tarde.
- ¿Qué tal el trabajo? -Le preguntó Nicky.
- Bueno, teniendo en cuenta que mi jefe es un cerdo. - Le respondió.
- ¿Por?-Le preguntó Micaela.
- Porque nos toca a todas - les explicó - y hoy me ha dicho que tengo que ir sin sujetador y que me ponga "un tanguita".
- Qué asco.-Le dijo Sandra.
- Ya pero es lo que hay.
- O lo tomas o lo dejas.- Comentó Nicky.
- Exacto.-Le respondió. - Y necesito el trabajo.
Esa noche habló con su madre por Skype.
- ¿Cómo vas?¿Estás comiendo bien?-Le preguntó su madre.
- Sí mamá, estoy muy bien.-Le respondió. -¿Y vosotros?
- Bien.-Le respondió. - Al papá le han renovado y a mí me van saliendo arreglillos de vez en cuando.-Su madre cosía.
- ¿Y Fran? - Le preguntó.
Fran era su hermano pequeño.
- Bien, estudiando.-Le respondió. -¿Qué tal el trabajo?
- Bien.
-Y tus compañeras y tu jefe, ¿te tratan bien?
- Sí. - Le medio mintió.
Al día siguiente se levantó temprano. Se duchó, se arregló el pelo y se puso el tanga. Se vistió y se llevó el uniforme en una bolsa. Al llegar al bar se metió al aseo, se quedó en ropa interior, se quitó el sujetador y se puso el chaleco y los pantalones. Guardó su ropa en su mochila y salió a la barra.
-¿Ves que guapa vas así, Tris?- Le preguntó Biagio.
- Sí. - Le dijo ella entrando a la barra.
- Qué bien lo vamos a pasar esta semana.
"Esta semana" pensó Tris, aún estaban a martes. Tris pasó el paño por la barra mientras Biagio la miraba. Chiara, Bianca, Gina y Anabella llegaron enseguida. Anabella entró a la cocina y Chiara, Bianca y Gina fueron a la barra, por fuera. Empezaron a atender las mesas, y Tris y Biagio, a servir en la barra.
Tris fue poniendo: cañas, helados, cafés, refrescos, aperitivos, batidos, tapas,... Junto con Biagio, quien, de vez en cuando, le tocaba el culo.
A las cuatro, Anabella fue a cambiarse porque había terminado su turno, y Biagio entró a la cocina y la siguió al almacén.
- ¿Ya te vas?- Le dijo cogiéndola por las caderas.
- Ha terminado mi turno.
- Bella,...para mí las cinco sois iguales, y no me gusta trataros diferente.-Le dijo tocándole las caderas y el culo.-¿Vas a cambiarte antes de irte?
-Sí.
- Te acompaño al aseo.
Anabella entró primero y Biagio la siguió tocándole el culo. Entraron los dos y Biagio cerró la puerta.
- Voy a cambiarme.-Le dijo ella.
- Pues cámbiate.
Anabella se quedó en ropa interior y Biagio le tocó los pechos antes de que se pusiera el sujetador.
- Por favor.-Le dijo ella intentando apartarse.
- No pasa nada. - Le respondió él tocándola.
- Biagio, por favor.
- Cómo os ponéis las mujeres por nada.-Le dijo apartándose.
Ella se tapó los pechos y se vistió mientras él salía a la barra. Biagio entró a la barra y se acercó a Tris.
- Tenemos cuatro horitas solos, princesa. - Le dijo. - Qué bien lo vamos a pasar.
Biagio le tocó el culo y los muslos a Tris. Tris salió fuera a atender las mesas; y Biagio estuvo toda la tarde poniendo cafés y helados, y mirándole el culo a Tris cuando se alejaba de la barra.
Los meses pasaron y un día Tris y Biagio se quedaron solos en el bar. Enseguida llegó Gina y Tris terminó su turno. Tris entró a la cocina y llegó al aseo del almacén, y Biagio la siguió. Ella fue a cerrar la puerta, no le había visto, pero él cogió la puerta y entró.
- Sigue.-Le pidió al ver que se estaba quitando el top.
Ella le hizo caso dejando sus pechos al descubierto. El se acercó y le quitó los pantalones. Le acarició la mejilla y le besó el cuello. Le puso las manos en el culo y siguió besándola. Tris intentó apartarse pero Biagio siguió tocándola y besándola.
- Pero ¿por qué te apartas?
- Yo soy camarera no prostituta.
- Ay Tris, que jovencita eres.- Le dijo tocándole los pechos. - Esto forma parte de tu trabajo.- Le dijo mientras le tocaba el culo y los muslos. -Ya te lo dije cuando empezaste, eres una chica joven, preciosa,...-Le dijo acariciándole las mejillas y apartándole el pelo de los hombros.- ¿Te acuerdas que te dije que no te pusieras sujetador porque no se te caían las tetitas? -Tris asintió con la cabeza. - Pues delante mía no necesitas ni sujetador...ni nada de ropa.-Le dijo acariciándola. Le tocó los pechos, la espalda, el culo, los muslos,...Empezó a besarle el cuello, y Tris se estremeció. - Ya puedes marcharte campeona.- Le dijo dándole unas palmaditas en el culo.
Biagio se fue y Tris se vistió y se fue a casa.
- ¿Qué tal hoy? - Le preguntó Sandra.
- Mal -le contestó. - Mi jefe me ha tocado, y no sólo el culo y los muslos, como al principio.
- ¿Y qué vas a hacer? - Le preguntó Micaela.
- Nada -le respondió Tris frustrada. - No puedo hacer nada. Es asqueroso.
- Intenta buscar otra cosa. -Le sugirió Nicky.
- Es que no es tan fácil.
- Ya.
Tris habló esa noche con su familia por Skype.
- ¿Qué tal? - Le preguntó su madre.
- Bien, ¿y vosotros?
- Bien.-Le respondió su madre. - Te noto un poco triste.
- Es que os echo de menos.
- Y nosotros a ti -le dijo Fran.
- ¿Cómo vas en el instituto? - Le preguntó a Fran.
- Regular.
- No te lo dejes, ¿eh?
- No, tranquila.
- ¿Estás a gusto?-Le preguntó su madre.
- Sí, -le dijo - mucho. Estoy compartiendo piso con tres chicas: Nicky, Micaela y Sandra. Y tengo cuatro compañeras de trabajo: Gina, Chiara, Bianca y Anabella.
- ¿ Y con tu jefa bien? O jefe.- Le preguntó su padre.
- Jefe, Biagio.- Le dijo. -Sí, muy bien.-Le mintió.
Tris siguió yendo a trabajar bajo las mismas condiciones durante un año, cuando se le acabó el contrato.
- Tris entra al almacén un momento.-Le pidió Biagio.
Ella le hizo caso.
- Hoy haces un año aquí, y se te acaba el contrato, ¿quieres renovar?
Tris no había encontrado nada más así que tuvo que renovar.
- Sí. - Le respondió.
- Pues ya sabes lo que tienes que hacer, -le dijo dejando la carpeta sobre la cámara frigorífica, -antes de firmar el contrato.
Tris se acercó a él. Biagio le bajó la cremallera del chaleco y le quitó los pantalones.
- Qué sexy. - Le dijo tocándola.
Se quitó los pantalones y la camiseta y empezó a besarla. Le tocó el culo y los muslos mientras le besaba el cuello.
- Vamos al aseo- le susurró al oído.
La cogió del brazo y la metió al aseo cogiendo la ropa con la otra mano. Le quitó el chaleco y le tocó los pechos.
- ¿Por qué no me besas tu un poco? - Le dijo él.
Ella le besó en la boca, en el pecho, la barriga.
- Sigue.
Tris negó con la cabeza.
- Sigue.- Le pidió otra vez.- ¿No querías el trabajo? Tendrás que mantenerlo.
Tris se puso de rodillas y siguió besándolo más abajo.
- ¿Ves que fácil es?- Le preguntó Biagio acariciándole la cabeza. - Levántate anda.
Ella le hizo caso y Biagio empezó a tocarle los pechos.
- Qué obediente eres.- Le dijo Biagio.- Te has ganado tu sueldo.
Salió del aseo, cogió un sobre con su sueldo y el nuevo contrato y volvió a entrar.
- Toma - le dijo tocándole el culo mientras ella lo firmaba.- Ya puedes vestirte. Ah, y dile a Gina que entre.
Tris se vistió con la ropa que traía, guardó el uniforme en su bolsa y salió del almacén con el sobre y la bolsa.
- Gina me ha dicho Biagio que vayas al almacén.- Le dijo.
- ¿Sabes para qué? - Le preguntó un poco asustada.
- Para pagarte - le respondió Tris -...y que le pagues, ya me entiendes.
- Sí. - Le dijo Gina seria. Sabía lo que le esperaba.
Gina fue al almacén y Tris se fue a su casa.
- Hola.- Dijo Tris entrando por la puerta.
- Hola.- Le contestó Nicky.- ¿Qué tal?
- Regular.
- ¿Por?
-Porque hoy es día de cobro.-Le respondió. - Bien porque me han pagado y mal porque "le he tenido que pagar" a mi jefe.
- ¿Sigue tocándoos? - Le preguntó Micaela.
- Sí, era "la condición para renovar" .- Les contó Tris. - Bueno, y vosotras ¿qué tal?
- Bien. - Le respondió Sandra.
- Qué cerdo. - Comentó Nicky.
- Ya...-Le dijo Tris.
- Vamos a cenar, anda.- Les dijo Micaela.- Y ya de paso cambiamos de tema.
- Sí, mejor.- Dijo Tris.
Cenaron, y después, Tris habló con su familia por Skype.
- Hola.
- Hola Tris, ¿qué tal? - Le preguntó su madre.
- Bien.
- ¿Y el trabajo? - Le preguntó su padre.
- Bien, me han renovado hoy.
- Qué bien.- Le dijo Fran.
- Sí.
- Te echamos mucho de menos - le dijo su madre.
- Y yo a vosotros.
- Llevas ya un año allí - le recordó su padre. - ¿Tienes ganas de volver?
- Sí...Tengo ganas pero sé que en España no voy a encontrar trabajo.- Les explicó.
-¿Vendrás este verano?
-No creo mamá, - le respondió, - ahora en junio es cuando más se llena el bar y en julio y agosto ya...
- Bueno...- Le dijo su madre.
- Escápate cuando puedas, ¿vale?- Le pidió Fran.
- Lo intentaré. - Le dijo riéndose. - ¿Cómo has acabado?- Le preguntó refiriéndose a los estudios.
- Bien, todo aprobado.
Fran había acabado tercero de la E.S.O.
-¿Ciencias o letras?
- Ciencias.
- Me alegro mucho.- Le respondió Tris - ¿Y el trabajo qué tal?
- Yo estoy cosiendo trajes para las fiestas de los alrededores. - Le respondió su madre. - Y el papá sigue en el taller.
- Parece que se mueve un poco la cosa. - Dijo su padre.
- Me alegro.
- ¿Comes bien?- Le preguntó su madre.
- Sí, mamá.
Al día siguiente se fue a trabajar. Entró por el almacén y se metió al aseo a cambiarse. Biagio entró detrás.
- Hola guapa. - Le dijo abrazándola y tocándole el culo.- Anabella no está - le dijo-, desnúdate.
Ella le hizo caso y él empezó a tocarla y a cogerle la mano para que ella lo tocase. Empezó a tocarle el culo, los muslos y los pechos.
- Me encantas Tris. - Le dijo mientras la tocaba y la besaba.-Tienes un culito y unos pechos - le dijo mientras se los tocaba.
- Biagio.
- Shh- le dijo poniéndole un dedo en los labios. - Deja que te toque anda, así te aseguras un puesto de trabajo.
Tris aguantó desnuda mientras Biagio la tocaba y la besaba.
- Hoy hace un año que trabajas aquí, - le dijo Biagio.- Podríamos dar un paso más.
- Es que yo no quiero dar ningún paso.- Le dijo Tris un poco asustada, dando un paso hacia atrás.
- Pero necesitas el trabajo, ¿no? - Le preguntó Biagio acercándose a ella.
- Sí. - Le respondió incómoda.
- Pues ya sabes.- Le dijo.- Qué guapa vas desnudita.
Biagio se desnudó y siguió tocándola y besándola.
- Acércate más, - le pidió él riéndose - que no muerdo.
Tris se acercó a él y se tocaron y besaron más. Biagio empezó a besarla en la boca y fue bajando despacio besándole todo su cuerpo. Volvió a subir y le pidió a Tris que le hiciera lo mismo a él. Tris lo hizo, aunque le daba mucho asco.
- Qué bien lo haces.- Le dijo.- Eres la que menos tiempo lleva aquí y la que más me gusta. Vas más guapa así, desnudita.
Tris se sintió incómoda. Él volvió a tocarla y a besarla.
-Biagio por favor, - le pidió girando la cabeza - para. Para por favor.
- Ponte el uniforme.- Le ordenó apretándole el culo.
Biagio salió. Tris se vistió y salió a la barra.
- ¿Estás bien?- Le preguntó Gina.
- Me ha tocado en el aseo.- Le dijo.- Me estaba cambiando y...me ha tocado, me ha besado y me ha pedido...que le besara de arriba a abajo. - Le explicó a punto de llorar.
- Eh eh, tranquila. Tranquila. Lo siento.- Le dijo abrazándola.- Él es así, cuando le gusta alguna o le apetece...
- Ya...
- Lo siento Tris.- Le dijo abrazándola.- ¿Cuánto tiempo llevas ya?
- Hoy hago un año, -le respondió, - ¿y tu?
- Cuatro - le respondió mostrándole cuatro dedos de una mano.
-No sé cómo lo aguantas.- Le dijo Tris secándose las lágrimas.-Yo llevo solo un año y...No lo soporto. Me da mucho asco.
- Necesito el trabajo.- Le respondió. - Tengo una peque de tres años y medio.-Le confesó.
- Pero...tu eres muy joven.- Le dijo Tris sorprendida. Gina era una chica afroamericana de veintidós años.
- Tuve un novio a los dieciséis, estuvimos tres años, hasta que me quedé embarazada.- Le contó. - En cuanto se enteró se fue.- Hizo una pausa.- Mi peque se llama Noa.- Le contó sonriendo.
-Qué nombre más bonito.- Le dijo Tris.
- Solo quiero darle lo mejor Tris -le dijo mirándola. - A veces, cuando llego a casa y la veo jugando me la imagino con dieciséis, dieciocho años trabajando para alguien como Biagio. Y se me cae el alma al suelo, no quiero que acabe cerca de alguien como él. - Le confesó. - Por eso nunca me la he traído al trabajo, y por eso me cambio aquí. No quiero que me vea con esta ropa, no quiero que el día de mañana vaya por ahí con un top con el que se le salen las tetas porque le está pequeño y un pantalón que parecen unas bragas.
- A mí tampoco me gusta el uniforme, lo veo obsceno.- Le dijo. - No te imaginaba con una niña, y menos de tres años.
- No entraba en mis planes la verdad, pero Noa es lo mejor que me ha pasado.- Le dijo. -¿Y tu qué? ¿ Qué es de tu vida?
- Soy enfermera y nutricionista.
- Vaya - le dijo Gina sorprendida.
- Bueno, no me ha servido de mucho.- Le dijo. - No es que ser camarera sea algo malo pero...aspiraba a algo más.
- Normal, después de estar cuatro años estudiando.
- Me gustaría ver a tu peque algún día.
- Sí, podríamos quedar.- Le dijo sonriendo.- Pero lejos de aquí, en otra parte de la ciudad.
- Sí, mejor.
-No me gusta que esté por aquí. - Le dijo. - Bueno, en realidad, no me gusta que esté cerca de Biagio.
- Lo comprendo.- Le dijo Tris.-Yo haría lo mismo.
Los meses pasaron y un día Tris quedó con Gina. Llegó con Noa de la mano.
- Ésta es Noa, mi peque.-Le dijo Gina a Tris. - Noa ésta es Tris, una compañera del trabajo de la mamá.
- Hola Noa.- Le dijo Tris.
- Hola.- Le respondió Noa.
- Qué guapa.
Noa era una niña afroitaliana de tres años y medio con la piel oscura, pequeños ricitos en el pelo y ojos azules claros.
- Gracias.
Gina y Tris empezaron a reírse.
- ¿Jugamos? - Le preguntó Noa a Tris.
- Sí. - Le respondió Tris sonriendo.
Tris y Noa empezaron a jugar a las palmas. Gina se quedó mirándolas con cariño, viendo como Noa se reía con cada juego y tontería que Tris le hacía.
- Mami ¿juegas?- Le pidió Noa a Gina.
- Sí.
Gina se unió a Noa y Tris, y así pasaron la tarde.
- Bueno son las ocho y media.- Dijo Tris mirando su reloj.- Tengo que irme.
- Sí, nosotras también - dijo Gina.- Aún tengo que duchar a Noa y darle la cena . Vamos Noa.- La llamó.
- ¿Ya?
- Sí, tengo que ducharte y tenemos que cenar.- Le dijo cogiéndola de la mano.- Dile adiós a Tris.
- Adiós Tris.- Le dijo Noa despidiéndose con la mano.
- Adiós. - Le dijo Tris haciendo lo mismo.
Tris se fue al piso.
- Hola.
- Hola.-Le dijo Micaela. - Has tardado, ¿te ha hecho algo? - Le preguntó preocupada refiriéndose a Biagio.
- No - le contestó sonriendo -,es que he ido al parque con Gina y su hija, Noa.
- Ah.- Le dijo aliviada.
Tris hizo sus tareas y se puso a hablar con Zoe, Lía y Nahir por Skype.
- Hola.- Les dijo.
- Hola.- Le respondió Lía.
-¿Qué tal? - Le preguntó Nahir.
- Bien, ¿y vosotras? - Les dijo Tris.
- Bien, currando.- Le respondió Zoe. - Y tu ¿qué tal con tu jefe?
- Bueno...sigue igual.- Le respondió Tris.- Pero no quiero hablar de él.
- Bueno pues cuéntanos algo.
- Hoy he ido al parque con Gina, una compañera, y su hija, Noa.
-¿Tienes compañeras más mayores que tu?- Le preguntó Lía.
- No, bueno tenemos más o menos la misma edad, un año más un año menos. - Le respondió Tris. - Gina tiene veintidós, Chiara y Bianca, veinte y Anabella, veintitrés.
- ¿ Y tus compañeras de piso?- Le preguntó Zoe.
- Más o menos igual. ¿Cómo vais vosotras? - Les preguntó Tris.
- Bien.- Le dijo Zoe.
- Trabajando.- Le respondió Nahir.
- Eso está bien.- Les dijo Tris.
- Y ¿qué tal con Noa?- Le preguntó Lía.
- Bien.- Les respondió sonriendo.- Es muy simpática y mona.
- ¿Estás cómoda allí? - Le preguntó Nahir.- ¿Estás a gusto en general?
- Sí. - Le respondió Tris.- Ya me voy acostumbrando. Ya no me pierdo.- Les dijo riéndose. - Me he acostumbrado al horario del trabajo, a la comida italiana, me llevo bien con mis compañeras de piso y de trabajo; y de vez en cuando salgo con Gina y Noa.- Les contó. - Si no fuera por mi jefe y por lo mucho que os echo de menos...a vosotras y a mi familia, claro.
- Me alegro mucho. - Le dijo Zoe sonriendo.
- Nosotras también te echamos mucho de menos. - Le dijo Lía.
- Sí. - Afirmó Nahir.- ¿Tienes pensado volver?
- Sí, pero de vacaciones.- Le respondió Tris.
- Jo.- Se quejó Zoe.- Llevamos un año sin verte en persona.
- Es que...A ver, si hubiese trabajo en España volvería para quedarme.- Les dijo.- Pero como no hay, me quedo aquí. Volveré de vacaciones.
- Avísanos cuando vengas.- Le pidió Zoe.
- Sí, tranquilas. - Le respondió. - Voy a ver si puedo encontrar algo mejor. Es que por una parte no quiero irme del trabajo porque me llevo muy bien con mis compañeras, sobre todo con Gina, y pagan bien, pero...mi jefe...- Les dijo negando con la cabeza y resoplando.
- Ya...- Le dijo Zoe.
- Tienes que buscar lo mejor para ti, Tris. - Le dijo Nahir.- Si te sale algo mejor cógelo, podrás seguir manteniendo el contacto con Gina.
- Nahir lleva razón. - Le dijo Zoe.- No seas tonta y sigue buscando.
- No pierdes nada, puedes seguir trabajando hasta que lo encuentres.- Le dijo Lía.
- Sí, tenéis razón. - Les dijo Tris.
Tris estuvo unos meses buscando trabajo y encontró uno como enfermera de un matrimonio de setenta y setenta y dos años; aún así, siguió trabajando en el bar durante esos meses.
- ¿Qué te pasa?-Le preguntó Gina.
- Qué hoy es día de cobro.
- Ya...-Sabía a lo que se refería.
- Gina...-No sabía cómo decírselo. - No voy a renovar.
- ¿Te vas a España? -Le preguntó sorprendida.
- No.-Le respondió. - He encontrado un trabajo como enfermera de un matrimonio de setenta años.
- Entiendo, yo también lo cogería. - Le dijo Gina apenada.- Bueno...pero seguiremos quedando, ¿no?
-Sí. - Le respondió sonriendo. - Hablaremos por whatsapp y quedaremos, claro. Me encantaría volver a verte, y a Noa también.
- Me caes muy bien Tris,-le dijo sonriendo - me alegro mucho de haberte conocido. Y a Noa también le caes bien.
- Yo también me alegro de haberos conocido.
Biagio salió del almacén a la barra.
- Bianca ven conmigo al almacén.
Bianca le hizo caso y fue con él.
- Aquí tienes tu sueldo.- Le dijo dándole un sobre.- ¿Quieres renovar?
- Sí. - Le respondió Bianca.
- Pues vamos al aseo.- Le dijo tocándole el culo y sonriendo.
Los dos entraron y Biagio cerró la puerta. Se acercó a ella y empezó a besarla. Le bajó las manos por las caderas hasta tocarle el culo. Se lo tocó y se lo apretó mientras la besaba. Le bajó la cremallera del chaleco y le tocó los pechos.
- Así me gusta cariño, - le dijo tocándola - sin sujetador.
Se quitó el cinturón y se quitó los pantalones y la ropa interior.
- Ya sabes lo que tienes que hacer. - Le dijo a Bianca tocándole la mejilla.
Ella le hizo caso. Al terminar ambos se vistieron y Biagio le dio un sobre.
- Te has ganado tu sueldo. - Le dijo. - Dile a Anabella que pase.
Bianca se vistió y salió a la barra.
- Anabella me ha dicho Biagio que pases a cobrar.
Ella le hizo caso y pasó al almacén.
Biagio le dio el sobre y le preguntó:
- ¿Quieres renovar? - Anabella asintió. -¿Vamos al aseo?- le volvió a preguntar Biagio en la puerta.
Ella asintió y entraron. Biagio la desnudó, la tocó, la besó de arriba a abajo y terminó besándola en la boca y tocándole el culo.
- Qué cuerpo tienes. - Le dijo sin parar de tocarla y besarla.
Le apretó el culo y le tocó los pechos. La acarició de arriba a abajo sin para de besarla.
- Así me gusta. - Le dijo él.
Se acercó más a ella y siguió tocándola y besándole el cuello.
- Muy bien guapa.- Le dijo Biagio tocándole el culo. - Ya puedes vestirte.- Le dijo.
Biagio salió del aseo y cogió un sobre. Anabella se vistió y salió tras él.
- Aquí tienes tu sueldo. - Le dijo Biagio dándole el sobre y tocándole el culo.- Dile a Chiara que pase.
Anabella se acercó a la barra y se dirigió a Chiara.
- Chiara, me ha dicho Biagio que vayas al almacén a cobrar.
- Voy.
Chiara llegó al almacén donde la esperaba Biagio. Biagio le dio un sobre.
- Aquí tienes tu sueldo - le dijo.-¿Quieres renovar?-Chiara asintió con la cabeza.- ¿Pasamos al aseo?-Le preguntó Biagio girando la cabeza hacia el aseo.
Chiara asintió y pasó delante. Biagio se puso detrás y le tocó el culo. Entraron y Biagio cerró la puerta.
Le bajó la cremallera del chaleco y le quitó el pantalón. Le acarició la mejilla y ella apartó la cara. Le acarició el hombro y los brazos, y le puso la mano en el culo. Se lo acarició con una mano y con la otra le acarició la mejilla.
- Qué guapa eres.- Le dijo mientras la tocaba.
Se acercó más a ella y la besó en los labios. Siguió besándola mientras la tocaba. Ella intentó apartarse.
-¿No me has dicho que querías renovar? - Le preguntó Biagio.
- Sí.
- Pues ya está. - Le dijo él. - Chiara ya sabes cuales son las condiciones.- Le dijo sonriendo y tocándole la mejilla. - O lo tomas o lo dejas. ¿Qué quieres hacer?
- Lo tomo. - Le respondió.
El siguió tocándola y besándola unos minutos más.
- Aquí tienes tu sueldo. - Le dijo dándole el sobre.- Dile a Tris que entre.
Chiara salió del almacén y se acercó a Tris.
- Tris me ha dicho Biagio que pases al almacén.
- Voy.
Tris entró al almacén. Biagio se acercó a ella y empezó a tocarle el culo y a besarla. Le tocó los muslos y la besó.
- Cómo me gustas. - Le dijo cogiéndole el culo.
Empezó a besarla por el cuello y a tocarle el culo y los muslos. Le bajó el pantalón y volvió a tocarla.
- Quítate el top.
Ella se bajó la cremallera y se lo quitó.
- Qué pechitos tienes.- Le dijo tocándoselos. Le tocó el culo y se lo apretó.
- Eres preciosa, tienes un cuerpecito.
Le dio un beso en los labios y otro en la mejilla. Le tocó los pechos otra vez.
- Qué blanditas. - Se giró y cogió el sobre con su sueldo. - Toma princesa.- Le dijo dándoselo y tocándole el culo.
Tris cogió el sobre y lo miró.
- Hoy cumples dos años,- le recordó,- ¿quieres renovar? - Le preguntó tocándole el culo y sonriendo.
Tris miró de nuevo el sobre, le miró a los ojos y le respondió seria:
- No.- Le dijo negando con la cabeza.- Me marchó, me ha salido algo mejor.
Biagio se rio un poco y se acercó más para tocarla. Ella se apartó.
- No vuelvas a tocarme. - Le dijo seria.
Entró al aseo, se cambió, cogió sus cosas y salió a la barra.
- Gina me ha dicho Biagio que pases. - Le dijo sonriendo.
Gina la abrazó.
- Te voy a echar de menos, pero me alegro mucho por ti. - Le dijo.
- Gracias. - Le dijo.- Me voy pero quedaremos.
- Sí. - Le respondió. - Bueno voy a "cobrar".
- Suerte. - Le deseo.
- Gracias.
- Gina - la detuvo,- has sido lo mejor que me ha pasado en estos dos años. Gracias por todo.
- De nada.-Le dijo sonriendo, volvieron a abrazarse y le dio un beso.
Gina atravesó la cocina y llegó al almacén.
- Pasa.- Le dijo Biagio.
Ella le hizo caso.
Biagio se acercó a ella y le puso las manos en el culo . Empezó a besarle el cuello y a tocarle los muslos. Le bajó la cremallera del chaleco y le tocó los pechos. Le puso las manos en las caderas mientras la besaba.
- Qué guapa eres.-Le dijo sin parar de tocarla.
Bajó las manos y empezó a tocarle tocarle el culo y los muslos. Le acarició los pechos y le dijo:
- Te has ganado tu sueldo, guapa. - Se giró y cogió un sobre. Volvió a mirar a Gina y se lo dio.- ¿ Quieres renovar?
Gina asintió y él le quitó el chaleco y los pantalones. Se acercó a ella, la acarició y la besó en los labios. Le bajó las manos por la espalda tocándola hasta apoyarlas en su culo.
- Mi negrica - Le susurró al oído mientras le apretaba el culo y le daba unos pellizcos.
La besó y le tocó los pechos. - Ya puedes vestirte. - Le dijo cogiendo el contrato.
Gina lo firmó y cogió el sobre que había dejado encima de la cámara frigorífica. Se dio la vuelta para irse y Biagio le tocó el culo.
- Qué culito.- Le dijo mientras le daba un palo.
Gina se sintió incómoda y se fue.
Al salir del bar se encontró con Tris.
-¿Te acompaño? - Le preguntó Tris abrazándola.
- Sí. - Le contestó abrazándola y sonriendo. - Te voy a echar de menos.
- Pero si nos vamos a seguir viendo.
- Ya pero no será lo mismo.- Le dijo Gina.- Te he cogido cariño.
- Y yo a ti.- Le dijo. - Y a Noa. ¿La traerás cuando quedemos, no?
- Claro.- Le respondió. - Seguro que se alegrará de verte.
- Gina...prométeme que te buscarás algo. - Le pidió refiriéndose al trabajo. - Qué no te quedarás aquí para siempre.
- Sí.- Le dijo asintiendo con la cabeza. - Te prometo que voy a buscar algo mejor, pero no me iré hasta que no lo encuentre. Necesito el trabajo.
- Lo sé. -Le respondió. - Te entiendo.
Tris empezó a trabajar como enfermera a domicilio de un matrimonio de ochenta y dos y ochenta años: Luca y Pía. Ella iba a su casa, los aseaba, les hacía el desayuno, la comida y la cena; les daba sus medicinas, les ayudaba en todo y les hacía compañía.
Unos días después, habló con su familia por Skype.
- Hola. - Les dijo Tris.
- Hola. -Le respondió su madre. -¿Qué tal?
- Bien.
- ¿Y el trabajo? - Le preguntó su padre.
- Bueno...dejé el bar hace una semana y ahora estoy como enfermera a domicilio de un matrimonio mayor. -Les explicó.
- ¿Un matrimonio "mayor"?-Le preguntó Fran extrañado.
- Sí, Luca y Pía - Le contó. - Un matrimonio de ochenta y dos y ochenta años.
- ¿Estás a gusto con ellos?-Le preguntó su madre.
- Sí. - Les respondió sonriendo. - Ahora estoy mucho mejor, y me alegra hacer algo que tenga que ver con mi profesión.
- Me alegro. - Le dijo su padre sonriendo.
- ¿Cuándo vas a venir? - Le preguntó Fran.
- No lo sé. - Le respondió. - Tengo que hablar con Paola y Doménico.
- ¿Paola y Doménico? - Le preguntó su madre.
- Así se llaman los hijos del matrimonio. - Les explicó. - Fueron ellos los que me contrataron.
- Ah.
- ¿Y eso que has dejado el bar?-Le preguntó su padre.
- Porque echaba muchas horas -le mintió, - y, como soy enfermera y nutricionista, pensé en buscarme algo de lo mío, que es lo que me gusta.
- ¿Pero lo dejaste...?
- Yo tenía en mente algo de enfermería o nutrición, así que me puse a buscarlo mientras trabajaba en el bar; y cuando encontré esto, dejé el bar.
- ¿Te despediste? -Le preguntó Fran.
- No, -le respondió,- se me acabó el contrato y no renové.
- Ah.-Le dijo Fran. Se hizo el silencio. - Tris, ¿tu tienes pensado quedarte allí para siempre?
- No lo sé. - Le respondió. - Mientras que tenga trabajo me quedaré aquí. Cuando no encuentre nada,...me lo pensaré.
- Llevamos dos años sin verte en persona. - Le recordó Fran.
- Madre mía dos años ya.-Le respondió ella.-¿Qué estás haciendo ahora, Fran?
- He terminado primero de bachiller.
Unos días después quedó con Gina y Noa para ir al parque.
- Madre mía Noa, cuánto has crecido.-Le dijo Tris a Noa.-Ven aquí. - Le dijo cogiéndola y dándole besos.
Noa y Gina empezaron a reírse.
- ¿Cuántos añitos tienes ya?-Le dijo tomándola y dándole un beso.
- Cuatro. - Le respondió Noa enseñándole cuatro deditos de su manita.
- ¿Te gusta el cole? - Le preguntó.
- Sí. - Le respondió Noa.
Tris le dio otro beso y la bajó al suelo.
Noa se fue al tobogán.
- ¿Sigues en el bar?-Le preguntó Tris a Gina.
-Sí. - Le dijo asintiendo con la cabeza. - Y Biagio sigue igual.-Se hizo el silencio.-No puedo más Tris, llevo así cinco años. -Le confesó. -Yo estuve un año trabajando allí, lo iba a dejar pero me quedé embarazada de Noa.-Le explicó. - No podía arriesgarlo todo con una niña, y mi madre ya estaba en paro, no podía ayudarnos.
- Lo siento Gina.
- Bastante hace con dejar que nos quedemos en casa.-Le dijo refiriéndose a su madre. - Me cambio todos los días en el trabajo porque me da mucha vergüenza que Noa me vea así vestida. No quiero que se vista así cuando sea mayor.-Se hizo el silencio. - Tengo miedo Tris.-Le dijo mientras le asomaban unas lágrimas en los ojos.
-¿Miedo de qué?
- Ahora solo tiene cuatro años - le dijo refiriéndose a Noa,- pero ¿qué pasará dentro de dos o tres años? Me da vergüenza salir y entrar a mi casa con el uniforme puesto. No quiero que Noa se vista así cuando sea mayor, pero ¿qué ejemplo le estoy dando si yo me visto así?-Le preguntó medio llorando.- ¿Si ese es mi uniforme? Ella se fija en mí porque soy su madre y yo no soy un buen ejemplo. No quiero que acabe trabajando para alguien como Biagio, ya sea de camarera o de cajera o de lo que sea.
- Gina, tu eres tu y Noa es Noa.-Le dijo.-Noa hará su vida, no tiene porque hacer lo mismo que tú. Aunque seas su madre.
-Yo quiero que tenga un futuro mejor, y quiero que estudie, como tu.-Le dijo.-Y no sé si podré darle eso. No sé si podré permitírmelo.
- Aún tiene cuatro años, es una niña pequeña. - Le respondió Tris. - Le quedan muchos años para acabar secundaria, tienes mucho tiempo para ahorrar por si quiere estudiar.-Le cogió la mano y le dijo.-Tranquila Gina, ella no te va a juzgar. Da igual donde trabajes, eres su madre.
- Gracias Tris.
Tris se quedó en Italia cuidando de Luca y Pía, y Gina encontró trabajo en una cafetería y dejó de trabajar para Biagio.
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