Datos personales

Mi foto
Llegué aquí una fría madrugada de diciembre. Los primeros libros que llegaron a mis manos me mostraron la magia de la imaginación y la belleza de las palabras. Más tarde, despertaron en mí la necesidad de plasmar éstas en nuevos relatos. La música me enseñó otra forma de ver la vida y, aunque no sé cantar, disfruto mis ratos libres escuchándola. Estas tres pasiones y disfrutar con la gente que me quiere son los pequeños placeres de mi vida. Me gusta fijarme en los pequeños detalles, ya que son los que le dan un toque personal a las cosas, e intento introducirlos en todo lo que hago, incluidos los relatos. Me gusta andar aunque no sepa a dónde voy o vaya sin rumbo fijo, creo que perderse es una buena forma de conocer otros lugares. Disfruto nadando, aunque no tenga el suficiente tiempo para ello, ni la playa muy cerca. Me considero una persona sencilla, no necesito gran cosa para ser feliz. Me gusta hacer las cosas de manera original, pero no destacar. Y estoy aquí porque necesito sacar las pequeñas ideas que pasan por mi cabeza.

domingo, 31 de diciembre de 2017

Querido 2018

Querido 2018, aún no nos conocemos pero pronto llegarás.
He de decirte que no sé exactamente qué haré contigo, tengo algunos proyectos a medias y sé que los terminaré contigo pero me llevará menos de medio año y me dejará mucho tiempo libre, entre esos meses y después. Por eso te pido que rellenes esos huecos con risas, alegría, buena gente,... y algún que otro cubata (ya que estamos).

Te pido que, por favor, no te lleves a nadie, y que, por el contrario, me traigas gente nueva. Gente que aporte, que te haga más bonito. Gente con la que disfrutar un sábado, vivir aventuras, probar cosas nuevas y compartir momentos.
Te pido, también, conocimientos y experiencias. Conocimientos teóricos, de ésos que se aprenden en los libros y en las clases. Conocimientos prácticos, ésos que son útiles en la vida, en el día a día.
Te pido experiencias nuevas: trabajo, viajes, amor, libertad,... Estar ocupada con algo que me haga sentir útil, oportunidades para ayudar a los demás, acontecimientos en los que tomar partido, proyectos nuevos, responsabilidades, madurez,...

Lugares nuevos que descubrir, costumbres y tradiciones que probar, oportunidades para ponerme a prueba y saber si puedo valerme por mí misma. Y si me sale mal, si no soy capaz, no te preocupes porque necesitaré saberlo. Quiero costumbres y tradiciones que me hagan plantearme cosas nuevas y le den la vuelta a mi vida de vez en cuando (solo en algunos aspectos, por favor), que me hagan reflexionar, abrir la mente y pensar. Acontecimientos que hagan surgir en mí nuevas preguntas. 

Celebraciones con los míos, motivos por los que brindar y para recordar. Te pido, o más bien te exijo, que seas mejor que tu hermano 2017, que aunque me ha dado muchas cosas buenas, se ha llevado con él tesoros muy importantes. Te ruego que no te parezcas a él en eso. Y, por el contrario, te pido que me cuides a mi gente. Que los mimes y les brindes amor, que les hagas sonreír. Que las únicas lágrimas que broten de sus ojos sean de felicidad, y que con ellos yo las pueda compartir.

Querido 2018, sé que cuando llegues voy a brindar y a repartir besos por ti. Tu llegada será mi primer motivo para levantar mi copa, prométeme que me traerás muchos más. Dame inspiración e ilusión para seguir llenando mi "Pequeño mundo", y deja que mis "pequeñ@s turistas y ciudadan@s" lo descubran y disfruten.

Tráeme buena música, como el CD que están preparando Andy & Lucas, y ya que estás, tráemelos dejando que hagan algún concierto o firma de discos por aquí cerca. Déjame disfrutar con sus canciones e identificarme con algunas de ellas, como hicieron tus hermanos.

Dame voz y oportunidades para gritar. Dame momentos de emoción: de felicidad, de nervios, de sorpresa, de fascinación, de miedo, de vergüenza, de pequeños enfados,... Porque eso me hará sentir viva. "Sentir" y valorar. Y eso es lo que quiero que tu seas, 2018, sentimientos y emociones nuevas. Quiero que seas VIDA con todas sus letras. Que me dejes aprovechar y disfrutar cada momento, cada minuto, cada segundo de ti, y yo te lo compensaré cuando te vayas, guardando recuerdos de todas las experiencias que me traigas y considerándote uno de mis mejores años. Trátame bien 2018, y yo me ocuparé de recordarte siempre.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Te has colado en mis sueños

No sé quién eres ni de dónde has llegado. Tampoco sé porqué estás aquí, ni quién te ha traído. Solo sé que un día apareciste. Cerré los ojos y allí estabas, en mis sueños. Cambiándolo todo de sitio y pintando las paredes de cada habitación. Has dejado la cajita donde los guardaba totalmente diferente, ahora es más grande y luminosa, y la has llenado de enredos y cosas que ni siquiera sé cómo se usan.

Son bonitas, no lo niego, pero no sé qué hacen aquí ni para que las quieres. Dices que ahora éste es tu espacio, que te has acomodado y ya no hay quién te eche, y yo me enfado porque en realidad es mi espacio. Porque te has colado, llegaste de la nada y nadie te ha invitado a quedarte. Has hecho tuyo este sitio sin que nadie te diera permiso, sin ni siquiera haberlo pedido.

Que haya olvidado cerrar la puerta no quiere decir que te haya invitado a pasar, no puedes ponerme esa excusa barata. Has cruzado el umbral y has llegado a mis adentros, has accedido a mis más íntimos deseos, a mis mayores anhelos. Y pretendes quedarte, pretendes hacerles compañía. Dices que quieres dormir entre ellos, que ya has encontrado tu postura ideal. Lo mueves todo de un sitio para otro como si de tu propio hogar se tratase, como si tuvieras derecho a decidir su estructura y decoración. Y lo haces con aspecto despreocupado y sonriente, como el joven que consigue independizarse y empieza a amueblar su casa nueva.

Te miro desconcertada, y a veces te doy pequeños toquecitos en el hombro con mis dedos, intentando llamar tu atención, hacerte ver que no estoy de acuerdo, pero te da igual. Has decidido quedarte y nada te parece un obstáculo. Vas con una sonrisa de un lado para otro con cajas y bártulos que no sé ni lo que llevan, y te da igual que te esté observando. A veces incluso me resulta gracioso ver cómo caminas sin inmutarte sabiendo que te estoy observando.

No entiendo para qué quieres tantos cachivaches pero empiezan a parecerme graciosos e interesantes. Te pregunto para qué sirven pero no quieres decírmelo, me hablas solo con tu mirada, y ésta me invita a manipularlos y descubrir sus usos por mi cuenta.

Eres joven y alegre, y no parece que nada ni nadie te preocupe. Estás aquí y no parece que tengas prisa por irte, pareces a gusto. Me sonríes con picardía y haces el tonto de vez en cuando. Intento  eludir tus frases, tus actos,... Pero no puedo. Cierro los ojos y allí estás: en mis sueños. ¿Y sabes qué? Creo que empiezo a acostumbrarme. Me sonrojas con tus tonterías y haces que sienta seguridad cuando me rodeas con tus brazos. Te veo durmiendo entre mis sueños y tengo ganas de tumbarme entre tus brazos, de fundirme con tu piel.

Últimamente haces que la noche sea mi parte favorita del día. Y es que empieza a gustarme tu picardía, tu manera de mirarme intentando que no te pille. Me gusta tu forma de transmitir alegría, cuando te paseas observando cada detalle de mis sueños. Empiezas a gustarme, y llevas aquí tanto tiempo que te has convertido en un huésped. El huésped que se ha colado en mis sueños.