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Llegué aquí una fría madrugada de diciembre. Los primeros libros que llegaron a mis manos me mostraron la magia de la imaginación y la belleza de las palabras. Más tarde, despertaron en mí la necesidad de plasmar éstas en nuevos relatos. La música me enseñó otra forma de ver la vida y, aunque no sé cantar, disfruto mis ratos libres escuchándola. Estas tres pasiones y disfrutar con la gente que me quiere son los pequeños placeres de mi vida. Me gusta fijarme en los pequeños detalles, ya que son los que le dan un toque personal a las cosas, e intento introducirlos en todo lo que hago, incluidos los relatos. Me gusta andar aunque no sepa a dónde voy o vaya sin rumbo fijo, creo que perderse es una buena forma de conocer otros lugares. Disfruto nadando, aunque no tenga el suficiente tiempo para ello, ni la playa muy cerca. Me considero una persona sencilla, no necesito gran cosa para ser feliz. Me gusta hacer las cosas de manera original, pero no destacar. Y estoy aquí porque necesito sacar las pequeñas ideas que pasan por mi cabeza.

sábado, 6 de junio de 2015

Héctor - Capítulo 2 y final

Nerea cumplió seis años y Lucy, doce. Érica apareció en casa ese año. Tocó el timbre y Héctor le abrió la puerta.
- ¿Qué haces tu aquí? - Le preguntó.
- Me equivoqué.
- ¿Y te has dado cuenta ahora? - Le preguntó un poco enfadado. - ¿Después de seis años?
- Lo siento.-Acertó a decir.-¿Puedo pasar?
Héctor entró y Érica entró detrás.
- Chicas - llamó Héctor a sus hijas.
Lucy y Nerea salieron a la entrada y vieron a su madre.
- Hola- le dijo Lucy.
-¿Quién es? -Preguntó Nerea.
Érica la miró con tristeza.
- Es la mamá - le dijo Lucy.
- Siento mucho lo que hice,-les dijo Érica - he venido para arreglarlo.
- Un poco tarde, ¿no?-Le respondió Héctor.
- Yo solo quiero que volvamos a ser una familia. -Le dijo ella.
- Yo no quiero volver contigo - le dijo Héctor. - Puedes estar con tus hijas pero yo quiero el divorcio.
- Héctor...Me agobié, por eso me fui.
- Y ¿por qué no me pediste ayuda?¿Por qué no me lo dijiste en vez de irte?
- No lo sé. - Respondió ella. - Pero ahora estoy aquí, para arreglarlo.
- Puedes arreglarlo con ellas - le dijo y negó con la cabeza,-, pero yo no voy a volver contigo.

Érica se fue a un piso de alquiler,  y sus hijas fueron a pasar el fin de semana con ella.
- Hasta que nos divorciemos el papá y yo, viviremos aquí las tres.-Les dijo Érica sonriendo. - Después viviremos las tres en casa, ¿vale?
-Mamá...-Empezó Lucy, no sabía cómo decírselo.
- No te preocupes cariño, vamos a vivir las tres juntas, pero podréis ver al papá cada dos fines de semana y la mitad de las vacaciones.
-Mamá...-Le dijo Nerea.-Queremos pedirte un favor.
-Claro, dime.
- No queremos vivir contigo.-Le pidió Lucy.
- Queremos vivir con el papá.
- Pero...-Érica se sorprendió,-acabo de recuperaros.
- Pero no te conozco.-Le dijo Nerea.-Yo no quiero vivir con una desconocida, quiero vivir con mi padre.
- Pero si vives conmigo podrás conocerme- le dijo Érica intentando convencerla.
-Yo prefiero conocerte los fines de semana.
Érica miró a Lucy.
-Yo quiero quedarme con papá.


Héctor fue a ver a su abogado, Víctor.
- Hola Héctor, ¿ qué haces tu por aquí?
- Érica y yo nos divorciamos, - le dijo,- y vengo a que me ayudes con el juicio.
- Pero ¿ha vuelto?-Le preguntó sorprendido, Víctor sabía lo que había pasado.
-Sí, y quiere que "todo vuelva a ser como antes".
- No me lo puedo creer.
- Yo tampoco.
- Bueno ¿y tu qué quieres?¿La casa, el coche, el dinero,...?
- Solo quiero la custodia de las chicas- le dijo- , y si puede ser, la casa también.
- Va a ser difícil, el tribunal suele favorecer a la madre.
- Pero ella las abandonó. - Le recordó.-Yo tengo su nota y los informes del hospital y la psicóloga de Lucy.
-Eso nos puede ayudar.- Le dijo.-Tráetelos que les eche un vistazo.

Héctor preparó la vista para el juicio con Víctor. El juez le dio la custodia a Héctor e impuso un régimen de visitas por las que Érica podía ver a las niñas cada dos fines de semana y la mitad de las vacaciones.

Dos años después, Héctor empezó a salir con una chica: María. Se la presentó a sus hijas.
- ¿Qué os parece?-les preguntó después de que ella se fuera.
- Es simpática. - Le respondió Nerea.
Héctor tenía miedo de la reacción de sus hijas.
- Papá tienes derecho a rehacer tu vida - le recordó Lucy-, nosotras te apoyaremos en todo lo que te haga feliz.
- Claro.-Asintió Nerea.
- Anda venir aquí - les dijo abrazándolas - sois las mejores.

Héctor rehízo su vida junto a María y sus hijas. Años más tarde María se fue a vivir con ellos y empezó a formar parte de su familia.

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