Era una noche bonita, la más bonita de todas. La luna estaba en lo alto bañando con luz tenue toda la escena. Radiante se reflejaba en el caldo, mientras ellas le daban forma.
- Le falta sal.
- Aquí tienes un poco de salero.- Respondió Astucia con un paquete de dos kilos. Lo volcó entero y añadió dos tazas.
- Alaaa.
- Me he quedado corta, ¿verdad? - Preguntó añadiendo más.
- No, no, no, no, no. Para, - le ordenó Dulzura - también será dulce - añadió volcando su taza.
- E inteligente, - agregó Erudición con una olla en la mano - será muy inteligente.
- Y tendrá un gran corazón. Sabrá pensar en los demás y empatizar con ellos. - Aportó Amabilidad echando dos pozales dentro.
- Será humilde. Grande pero humilde.- Dijo Humildad volcando un par de ollas.
- Y capaz de hacer todo lo que se proponga, sacando tiempo de donde no hay.- Afirmó Perseverancia echando un saco.
- Para ello tendrá que ser organizada.- Añadió Tiempo echando una agenda a la pócima.
- Y ahorradora.- Dijo Economía dando forma a una cochina de plata.
- Y tendrá mucho estilo.- Aportó Chulería levantándose de su silla. Se acercó a la pócima, chasqueó dos dedos y echó un par de secadores dentro.
- Será valiente. - Sentenció Osadía.- Capaz de empezar de cero y levantar un imperio.
- Y responsable, - añadió Sensatez - tendrá que aprender las reglas del juego.
- Bueno sí, pero solo para romperlas como una artista. - Sentenció Locura con acento argentino. Miró la olla y dijo:- Creo que me necesitará mucho. - Echó cinco sacos.
- ¿Qué haces? - Preguntó Cordura indignada.
- Me necesitará para montar su comercio. Hoy en día, acá en España, es un locura montar un comercio.- Añadió. - Ché, Alegría, qué bueno que viniste. - La saludó.
- ¿A ésta quién la ha invitado?- Preguntó Chulería.
- Hola, he sido yo. - Respondió Alegría.
- Alegría, ¿has invitado a Locura a formar parte de ella?
- Sí, - respondió Locura- acá estoy yo, y formaré parte de ella con todas ustedes.
- Ya, bueno...Esto...Será española, no argentina, está decidido. - Sentenció Cordura.
- Sí, pero también le agradará platicar en argentino. Estará rebárbara y será relinda. - Añadió. - Todo el mundo la mirará al pasar.
- Eso de "relinda" será cosa mía. - Dijo Belleza.- Le voy a dar un pelazo rubio y unos ojos castaños,...Os vais a morir de envidia. Será bella cual camella. - Advirtió añadiendo el secreto de la belleza.
- Vamos a ver - dijo Cordura levantando ambas manos,- tu y yo no podemos estar en ella.
- Yo me quedo, boluda.- Le dijo Locura.
- A mí me necesita más que a ti.- Argumentó Cordura.- Va a llevar un negocio.
- Yo no pienso irme, si querés podés compartir piso conmigo, - le propuso Locura - y si no, andáte, pero yo me quedo acá.
- A ver, seamos sensatas - dijo Sensatez- , hay sitio para las dos. Solo tendréis que aprender a llevaros bien. ¿Podréis hacerlo por ella?
Cordura y Locura se miraron, y comprendieron que lo mejor para ella era llegar a un equilibrio, un punto intermedio entre ambas.
- Sí.- Admitió Locura.- Te dejaré llevar las riendas de vez en cuando. - Le dijo a Cordura.
- Creo que podremos llegar a un acuerdo.
Y así, juntando un pedacito de todas ellas: Astucia, Dulzura, Erudición, Amabilidad, Humildad, Perseverancia, Tiempo, Economía, Chulería, Osadía, Sensatez, Locura, Cordura, Alegría y Belleza dieron lugar a la más bella entre todas las camellas.
Su madre la llamó Eliana, el resto de sus conocidos (grandes privilegiados) la llamamos Eli.